Perseo Dugan Katsaros es el primogénito del Ministro de Magia griego, Konstantinos Katsaros. Su madre era Deirdre Hartnett, una joven medimaga natural de Irlanda a la que Konstantinos conoció allí en uno de sus tantos viajes de negocios. El joven Katsaros regresó seis meses más tarde y sedujo a otra irlandesa a la cual llevó a su hotel preferido. Deirdre se presentó en su habitación para comunicarle que estaba embarazada y que iba a tener al niño en tres meses; añadió además, que era suyo y que quería que lo reconociera como hijo legítimo. Konstantinos se comprometió a hacerlo y por miedo al escándalo, puso fecha a su matrimonio civil para una semana después.

Como cabe esperar, aquella unión no tenía futuro, eran dos personas incompatibles que se habían embarcado en un proyecto que solo ocasionaba discusiones. Y así llegó al mundo Perseo Dugan Katsaros cuyo segundo nombre fue decisión de Deirdre, quien sufrió imprevistas complicaciones en el parto y murió a escasos minutos de tener su bebé recién nacido en brazos.

Lo que se encontró el chico al llegar al mundo fue una situación extraña, crecía en una mansión en Atenas y la prensa hablaba continuamente de todo lo que hacía bien su padre, mientras él veía a Konstantinos una o dos veces al mes, porque el resto del tiempo estaba a cargo de una gran cantidad de niñeras y del servicio de la casa, su padre compensaba sus ausencias con regalos y hacía creer al niño que era feliz así. Pero no lo era. Cuando empezó a ser consciente de que estaba solo, empezaron los líos, coincidiendo con el anuncio de compromiso de su padre con Aleyra Lichtenstein, una mujer alemana de alta posición social.

Al niño no le hizo ninguna gracia que su padre decidiera casarse y meter en su casa a alguien como Aleyra. No tenía la suficiente atención él y no quería compartir la poca que le prestaba su padre con nadie más. Al poco tiempo de contraer matrimonio Aleyra se quedó embarazada, y aunque era de su amante, hizo creer a Konstantinos que el hijo que esperaba era suyo, y así nació Cassandra Katsaros, la niña de los ojos de Konstantinos. Mas tarde nacería el benjamín de la familia, París.

Perseo no soportaba ver como su padre durante cada campaña electoral, volvía a casa y paseaba por delante de las cámaras de la prensa a una familia perfecta para luego ser invisible para él de puertas para dentro. mientras que amaba a Cassie y Paris por encima de todas las cosas. Aquella situación le empujó a caer en la bulimia.

Para su fortuna, pronto recibió una carta de la escuela de magia y hechicería de Hogwarts, por lo que pudo distanciarse de tanta toxicidad familiar y desconectar para empezar a labrarse un futuro allí. Seleccionado en Slytherin, su orgullo era pleno ya que era su casa preferida y la única donde sabía que podía encajar.

Durante las vacaciones de navidad de su tercer año, con 13 años, Perseo descubrió accidentalmente que Cassandra no era hija de su padre, sino del jardinero de la mansión. Su madrasta le suplicó que guardara el secreto por el amor que tenía a Paris, su verdadero hermano de sangre, ya que el escándalo le haría daño y dinamitaría la unidad familiar. Después de pensarlo bien, accedió a ello aunque guardó a buen recaudo las pruebas.

En Hogwarts destacó por ser el alumno más brillante de su promoción, logrando ser Prefecto y Premio Anual, y obtener unos EXTASIS envidiables.

Actualmente trabaja como bibliotecario de Hogwarts y es dueño de la botica Slug & Jiggers, la cual sus antiguos propietarios decidieron traspasar y que su padre compró como regalo por su excelente expediente académico.

Actualmente agradece cada segundo que pasa en Escocia, lejos de su "perfecta familia" aunque evidentemente también echa de menos a su Grecia natal.