[FIC] Sobre el escapismo adolescente

Publicado por Elián Idriswenjellu, Jul 16, 2025, 07:06 PM

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Elián Idriswenjellu Aprendiz DRCM
Farah se sentó en la mesa del comedor y revisó su pergamino una ultima vez. Agitando la mano una taza de té voló desde la cocina para apoyarse delante de su lugar. Farah probó el té, pero apenas segundos después se levantó y volvió a la cocina a revisar algo y desde ahí llamó a la taza. Eventualmente se repitió el ciclo hasta que fue seguro que se quedó sentada, sorbió para acabarse el té y bajó el pergamino para dirigirse a Elián, quien ya no pudo terminar lo que estaba contando para escucharla atentamente.

—Entonces, mañana iremos a comprar lo de tu lista de utiles al Callejón Diagón. Iremos a remendar las mangas de tu tunica y a comprar camisas nuevas, otra corbata y otros zapatos. Enderezate, así. Después, necesito que en Flurish & Blotts consigas los libros y que en la tienda de insumos de pociones me digas cuantos galeones son porque no pude sacar cuentas con la lista que te dieron. Pasado mañana acompañarás a tu athár para sus deberes, comprar comida, articulos de cuidado personal y otra cortina para mi cuarto ¿Algo más? No se me olvida, desde la siguiente semana dedicarás al menos 3 horas al día después del desayuno a estudiar los temas del siguiente curso, quiero que me hagas resumenes de Pociones, Vuelo e Historia de la Magia, luego es el taller de algebra, natación y en la noche recitarás el libro que te di, el de la Epica de Wallmarama para mejorar tu dicción, porque es inaceptable la forma en la que pronunciaste "infraestructura" ayer en la cena ¿Dudas?


Elián negó con la cabeza, un poco contrariado. Estaba nervioso intentando hablar sobre lo que encontró en la biblioteca acerca del salón del tesoro donde los fénix depositan los huevos de mirra con los polvos de sus anterfenix, pero con la interrupción prefirió dejarlo ahí, en realiad no le pareció gran cosa recordar todo esto, pero no replicó, su madre es muy buena organizando sus actividades y sus pendientes.

—Serán las mejores vacaciones, tienes muchisimo tiempo para hacer todo lo que ya no hiciste durante el curso. Cuando compremos tus utiles también me ayudarás con planas en pergamino para acostumbrarte al calamo de tus plumas. También quiero que reorganices tu cuarto.

—¿Por qué? —eso lo sacó de su ensoñación.

—No me gusta como lo dejaste. Dijiste que ibas a hacerlo más comodo para ti, pero desordenaste todo, mezclaste tus cajones, tienes un escritorio lleno de tiliches sin cal ni canto y además te la pasas apilando papel en todas partes ¿En que momento dedicaste tanto tiempo a dibujar? Ni siquiera dibujas bien. Deberías estar estudiando, tienes que mantener el ritmo ¿Por qué dibujas tantas lavandas?

Elián se quedó sin palabras para responder inmediatamente porque la duda le pegó en la frente como una bala hipersónica y claro que le hizo preguntarse si no lo está haciendo bien. Él empezó a practicar hace tiempo, por su cuenta, y dibuja lavandas porque le gustan las lavandas, pero no importa ahora, tiene la duda en la punta de la lengua.

—¿Entraste a mi habitación? —sacó la duda finalmente, intentando no sonar como una replica pero quizá si se escuchó como tal.

—No fue adrede, pero tengo que asegurarme de que tus espacios de estudio sean adecuados porque me he dado cuenta que pasas mucho más tiempo despierto del que es para dormir, hay luz saliendo de debajo de tu puerta en la noche, no es bueno que hagas eso. —contestó ella, entre ser seria y no dar importancia a sus acciones, es su derecho ¿no?

—Es mi habitación, no deberías entrar. Me he desvelado porque no me fijo de la hora cuando estoy dibujando, pero solo fue esta semana, acaban de empezar las vacaciones.

—No le respondas a tu madre, Elián. Tienes que dormir suficiente para que puedas estudiar correctamente, tienes mucho tiempo ahora para hacer eso después de cumplir tus obligaciones.

—Pero quieren que dedique todo el día a estudiar ¿En que momento podré hacer eso? —aunque sigue admitiendo que ellos tienen razón, organizan sus actividades en un todo y le dan los distintos tiempos, pero le gustaría tener su propio espacio como es, no es una oficina, es su habitación.

—En este momento tus obligaciones son las que te he dicho, verás que cuando crezcas ni siquiera tendrás tiempo para eso, no te desperdicies. No te estoy pidiendo trabajar, no te estoy pidiendo salir a la calle a buscar sustento para nuestra casa porque nosotros podemos darlo, así que lo unico que pido y que anhelo de ti es que seas un hijo ejemplar, que seas un alumno ejemplar y que estudies para que destaques, tienes mucho potencial. —Farah extendió la mano para tomar la mano de Elián, como una caricia. Elián se sorprendió de que le tocase, le dio un escalofrio y retrajó la mano, pero ella replicó y la tomó de todos modos—. Siempre puedes hacerlo mejor, recuerda eso. Asi todos hacemos nuestra parte, somos una familia ¿no? Nosotros hemos hecho mucho, mucho por ti, hijo, queremos que aproveches cada segundo.

Elián no quiso hacer una mueca, pero le creyó a su madre y esa afirmación fue hecha silenciosamente. Eventualmente el agarre en su mano no le sentó tan anomalo. Su madre no le expresa cariño y esta vez fue bastante inusual, casi sintió que podría... Quizá podría...

—Pero me gustaría pedir algo —comentó casi en voz baja, pero tomando aire y alzando la cabeza, armándose de valor por el agarre de  sus manos.

—¿Pedir algo? —dijo Farah, casi como si fuera una sorpresa, pero escuchó, atenta aunque soltó el agarre.

—Hay una pelicula que acaba de salir, me gustaría ir a verla, los tres, que la veamos. Tengo mis ahorros y...

—Ay, Asterí —interrumpió ella, casi como queriendo reirse, como si estuviese liberando tensión, como si estuviese presenciando algo que creyó que... podría ser más importante. Pero a Elián le hacía cierta ilusión pasar más tiempo con sus padres que no fuera como si estuviera declarando impuestos, entregando informes de trabajo, hablando con jefes—. Una pelicula ¿Qué pelicula es?

—Creo que es algo de anime y la his...

—No, definitivamente no. Eso puede ser malo para tu desempeño, ni siquiera has empezado. —dijo ella, su negativa cargada de la expresión divertida, jocosa, dandole poca importancia

—Mi desempeño es bueno. Este año salí muy bien en mis examenes y voy a estudiar lo que me pidan y a hacer planas y a practicar algebra y natación... —empezó Elián pero su padre replicó y eso le hizo callar.

—Pero no es excelente, hijo. En realidad, no olvidamos que flanqueaste un poco en... ¿Cómo se llama esa asignatura, querida?

—Pociones y también en Vuelo e Historia de la Magia —comentó Farah, cruzando los brazos mientras inclinaba la cabeza hacia Kieran, escuchando.

—Vas a estudiar las vacaciones para que no flaquees y saques esas materias con una nota excelente el siguiente curso. Y supimos que llegaste a faltar en algunas cosas. Solo por eso deberíamos haberte castigado porque habías prometido el inicio del curso anterior salir excelente, ni siquiera deberías pedir eso ¿O crees que tienes el derecho de ir al cine? ¿Después de romper una promesa tienes derecho a una recompensa?

Elián lo pensó y no supo que decir. Sus padres esperaron, claro que él prometió que saldría excelente, era el tercer curso y estaba tan emocionado por empezar Cuidado de Criaturas Mágicas que sus padres le preguntaron si podía mantener su desempeño y Elián claro que lo afirmó, su confianza estaba en los cielos. Durante el curso pasó sus asignaturas habituales y empezó con Cuidado de Criaturas Mágicas con tanto entusiasmo que fue el foco de su atención varias semanas. Leía, estudiaba, contestaba preguntas en clase, hacia los examenes echando fuego con la pluma, destacaba a su manera con un impulso que hizo que se percibiera en el futuro, que abrace la posibilidad, podría ser magizoologo, enseñar y concientizar sobre los seres mágicos. Nunca en una asignatura había sentido eso, quizá sea una vocación. Pero... el haber dedicado tiempo hizo que flaquee un poco en Vuelo y Pociones e Historia de la Magia, Elián se sentía orgulloso de su extraordinario en CCM cuando presentó sus notas a sus padres, aunque ellos sencillamente no dijeron nada. Ahora... Quizá debió dedicar más tiempo a todo, que egoista y descuidado de su parte hacer de una asignatura su mundo, menos una asignatura de la que seguramente sus padres no quieren escuchar aunque eso confunde a Elián porque su athár le hablaba mucho de seres mágicos cuando era niño, ahora no comenta nada.

—No, athár, se gana el derecho... —terminó diciendo, pero temblando un poco en su interior. No merece algo porque a fin de cuentas no cumplió lo que dijo y tiene que responsabilizarse ¿no?

—Es muy importante que cuando digas algo, lo hagas. Y lo hagas bien o mejor no lo hagas, Elián. Yo tampoco creo que estés en posición de pedir algo. Mañana irás con tu madre y pasado mañana conmigo. La siguiente semana empiezas tu rutina de estudio y así nos seguiremos hasta el nuevo curso ¿Está bien?

Elián tomó aire pero asintió, de nuevo en silencio porque está confundido pero confía en sus padres, ellos se están esforzando mucho por darle todo lo que tiene.

—¿Cuanto has ahorrado hasta ahora en tus galeones? —preguntó su athár Kieran. Elián no respondió por hacer el calculo mental, pero Kieran estaba esperando, apoyó los antebrazos en la mesa—. ¿Cuanto, hijo?

—No lo sé —dijo Elián. No era una mentira en sí misma, pero tampoco sabría un numero exacto. Kieran sencillamente separó los antebrazos de la mesa y asintió unas cuantas veces, no parece satisfecho, pero es difícil saberlo.

—Ceart go leor —Kieran se levantó sin haber terminado su plato—. Vete a estudiar. Es mejor que empieces hoy para que acabes cuanto antes. No, no es necesario que me sigas contando eso de los fenix, puedo escucharlo después, tengo que ir a trabajar.

Elián se quedó un momento apoyado en el respaldo de la silla pero nunca volvió el momento de querer pasar más tiempo con ellos porque se sentó y estudió toda la mañana. No pudieron ir al cine, ni un solo día fueron al parque, ni un solo día jugaron un juego de mesa, tomaron el té, tuvieron una platica o dedicaron tiempo familiar, ese verano fue el primero de muchos dónde Elián intentó concentrarse en cumplir sus actividades y sus padres constantemente lo visitaban para vigilarlo y recordarle un momento u otro. Es como estar castigado, eso es su castigo por incumplido y cada día cuando terminaba estaba tan agotado que prefiria intentar dormir, justo como se lo hicieron ver. Sin embargo, la primera noche, Elián estaba tan intranquilo pensando que algo faltaba, que estaba incompleto y que se estaba alejando de sus padres ¿Cómo será el resto de su familia? ¿Dónde estan sus abuelos, tíos y primos? Apenas durmió hasta el amanecer y con esa fatiga intentó cumplir las obligaciones del día tan torpemente que todo sucedió con ineficiencia, apenas en la tarde se quedó dormido, no alcanzó natación, no alcanzó el taller de algebra, no hizo ninguna tarea, ni siquiera se presentó a cenar. Lo regañaron ¿Cómo es que no pueda concentrarse si no hay practicamente nada que lo impida? ¿Qué acaso algo lo perjudica? Es un niño bien cuidado que no tiene necesidad de nada, se comporta como un malcriado. Si nunca hace nada más que lo minimo. Las siguientes noches Elián fue recuperando el sueño hasta que empezó a dejar de importarle y él nunca percibió ese apego marchitándose. Siempre quiso que se sintieran orgullosos y su mente y su ser se fueron habituando a la sensación de total entrega. Cumplir cada aspecto de la lista A a Z, no hablar si no le quieren hablar, negarse a las cosas más superfluas, distracciones, nada que fuese para y por su propio desarrollo pero su mente y su cuerpo siguen intranquilos, siempre incompleto, siempre incompleto, siempre sin alcanzar la paz porque esta debería ser eso, cada cosa terminada excelentemente y cada paso hecho para ser una persona mejor.

Quizá no lo está alcanzando porque tiene muchos dolores de cabeza, quizá no lo está alcanzando porque está tenso, pero para resolver eso ¿Qué debería hacer? Apenas tiene tiempo para dibujar, apenas tiene tiempo para dedicarse a sí mismo, pero tiene que cumplir, tiene que cumplir, no quiere ser alguien desagradecido que deshonra lo que sus padres han sacrificado por él, no quiere manchar su legado, no quiere ser indigno de su propia familia. Ay, levantate y apresurate, ve más rápido, no te tardes en comer, no te fijes en vanalidades, apresurate, corre, estudia, haz tus ensayos, sigue corriendo, dormir es para incumplidos. Cada cosa que no sea práctica puede esperar, estás avanzando, serás el mejor porque tienes que ser el mejor, estudia, esfuerzate, no seas una decepción ¿En dónde quedó tu potencial? Está desperdiciado cuando piensas lo que no funciona, está desperdiciado cuando sientes tonterías, piensas en tonterías y te preocupas por tonterías. Concentrate, apresurate, corre, vuelva ¡Más rápido, carajo! ¡Por qué preocuparte por otra cosa! ¿Qué no entiendes? ¿Qué eres estupido? ¿Inutil? No puede ser más que un inutil, trabaja en lo que te corresponde, hazlo, rápido, más rápido. No tienes derecho a cenar con calma sino lo haces bien, no deberías ni tener derecho a un respiro, respirar será una razón ¡Más rapido, mierda!

¿Qué es eso? Mh... Todos los pensamientos se detuvieron ¿Por qué huele así? Está buscando algo para aliviar su garganta después de días durmiendo sin cubrirse, es pasada de medianoche y tiene la excusa perfecta, pero no huele a jugo ni a té, lo encontró por casualidad y lo probó instintivamente. Al probarlo es algo amargo, no picante, como de ardor, frutal. Lo probó de nuevo y lo dejó, debe ser una bebida pero... Pero muy rara, una bebida muy rara... Repentinamente, en pocas horas, el cuerpo está relajado y puede sentir que descansa. Los días siguientes lo vuelve a intentar y descubre que le gusta ese adormecimiento, se le olvida plenamente que tiene que correr, ya lo sabe, pero su cuerpo no lo siente. Los ahorros deberían ser para el cine, teatro, salidas, necesidades, pero Elián va tomando poco a poco para alimentar esta nueva actividad que le estaba gustando para mantenerse constante y sonante y poder descansar, ya no con la indiferencia de emociones reprimidas, más bien puro adormecimiento... Puede decir que está cumpliendo un mandado y soborna al dependiente para algo pequeño y facil de esconder que se termina en su cuarto las horas entre actividades, lentamente durante el día y luego lava su boca y lengua con profusidad, casi hasta irritarla, o puede escabullirse con cada vez más facilidad en la noche para sentarse frente al refigerador y acabarsele antes de lo que es capaz de conceder. Algunas veces le duele la cabeza, pero está acostumbrado, en la mañana se toma un momento, un segundo o dos antes de empezar el día, se deshace de las botellas mezclandolas con basura de papel en las bolsas más grandes y llevandolas él mismo a la calle. Pero está bien, le está funcionando, le ayuda a sobrellevar los veranos y solo esperar al curso para aplicar sus propios metodos en Hogwarts, adormecer la sensación de insuficiencia, de vida incompleta.

Sin embargo, hubo un momento en el verano de los años siguientes que se desesperó porque no encontró nada de sus ahorros, rebuscó bajo su cama, se metió al armario hasta el fondo, sacó cajón tras cajón y hasta removió muebles para buscar detrás, debajo, de un lado a otro, todo por encontrar lo que se supone que es su alcancia y tomar unas cuantas libras pero no solo no apareció el dinero, se dio cuenta de que sino podía cubrir su adicción sufriría más la abstinencia.

—¿Qué está sucediendo, Asterí? Son las 11 de la noche —preguntó Farah entrando por la puerta pero soltando una expresión de sorpresa cuando vio el desastre ante sus ojos, Kieran sigue durmiendo en el cuarto grande, se le escucha roncar—. Elián ¿Qué estás haciendo?

—¿Dónde está mi dinero? —preguntó Elián tomando un monticulo de sabanas y lanzandolo por el aire. Muchas cayeron inmediatamente y otras se abrieron y empezaron a cubrir muebles o cayeron sobre su madre pero Farah soltó una expresión de molestia cuando quitó la sabana.

—¡Elián, basta! ¿Qué te sucede? ¿Qué estás buscando?

—Mi dinero ¿Dónde está mi dinero? Tenía aquí ahorrado algo que pensaba usar mañana ¿Dónde está?

Farah cruzó los brazos después de expresar sorpresa y Elián fingió que no podría haberla cagado seguramente hablando de más pero hizo como que seguía buscando aunque estaba cada vez más seguro que no encontraría nada, que todo se había ido, evaporado, hecho alcohol. En cajones vacios, la cama deshecha, el colchón recorrido, los muebles abiertos, incluso se cayeron dibujos al piso.

—Ah, ¿Usarlo para qué, exactamente? ¿Qué planeabas comprar con eso? Porque no me habías hablado de que planearas hacer nada con tus ahorros. Pensaba decirte mañana que los tomé para completar la factura de luz.

Elián se detuvo para observar a Farah.

—¡¿Tomaste mi dinero?!

—A ver, no me hables así. No tomé mucho, pensé que tenías más guardado, te hemos dado suficiente mesada ¿O estabas gastando en algo que no nos has contado?

—Eso no te interesa, pero tienes que devolverme mi dinero. Es mi dinero. —contestó Elián casi inmediatamente

—¿Disculpa?

Elián se enderezó y al girarse hacia la puerta otra vez Farah seguía ahí con la mano alzada y una expresión de absoluta resolución. Odia esa expresión porque es cuando ella aprovecha su magia para darse la razón.

—Accio ahorros de Elián —dijo Farah sin más. Solo segundos y nada sucedió. Farah miró hacia el departamento, hacia su cuarto, incluso hacia el baño y el lavabo, pero luego miró a su hijo y extendió la palma vacia, encogió los hombros—. Aquí no hay ningunos ahorros aparte de lo poco que tomé ¿Qué le sucedió a tu dinero, Elián?

—Es lo que quiero saber —se estaba desesperando cada vez más, le empezó a ir el pecho a mucha velocidad. No, no podía haberselo terminado todo, no podía haber abusado de lo que tenía, eran pocas monedas, poco a poco, ya le estaba durando 2 años, ya está por empezar el Septimo curso, será todo más difícil—. ¿Puedes salir? Ahora tengo que recoger esto.

—¿Qué le sucedió a tu dinero? —preguntón Farah una vez más.

—No lo sé, lualida. Lo tomaste sin decirme.

—No, claro que lo sabes. Aquí el dinero no desaparece porque sí. ¿Qué le hiciste a tu dinero? ¿Empezaste a gastarlo? ¿En qué lo gastaste? Porque yo no tomé más de 10 libras y no deberías tener tan poco, deberías tener más, porque te he dado más y prometiste guardarlo. Si no lo gastaste, alguien se metió en este lugar y lo robó y dudo que haya sido así porque eres la persona que más tiempo pasa aquí mientras llegamos nosotros.

—No lo gasté en nada. Lo perdiste o algo. —respondió Elián, altaneramente se quedó quieto, discutiendo con ella. El alcance de sus palabras despertó a su padre.

—¡¿En qué lo gastaste?! —repitió Farah, Kieran apareció detrás de ella y entró al cuarto en silencio.

—Responde, Elián

—¡Que en nada, mierda! ¡¿Por qué no me dejan en paz por una puta vez?! —la fuerza mágica del exabrupto rompió una de las ventanas del cuarto pero Elián solo pudo percibir el manotazo en la cara, que le hizo retroceder. Farah estaba igual de consternada cuando bajó la mano y los tres supieron desde ese momento nada podría volver a ser igual.
Ultima modificación: Ago 24, 2025, 07:14 PM por Elián Idriswenjellu
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