Yo pienso que el sistema de casas tiene aspectos tanto positivos como negativos dependiendo de cómo se mire.

Por un lado, el sistema de casas fomenta la identidad, el sentido de pertenencia y el trabajo en equipo, lo que es crucial para la formación de los estudiantes. Cada casa tiene valores y características propias que permiten que los estudiantes se conecten con un grupo con el que sienten afinidad. Esto puede ser muy beneficioso para algunos, ya que les da una comunidad en la que se sienten aceptados.

Sin embargo, como bien decís, hay aspectos oscuros de este sistema, como el aislamiento de los estudiantes dentro de su propia casa y la perpetuación de prejuicios y rivalidades que comentabais. El ejemplo de Slytherin y su conexión con las familias puristas es clave. Es cierto que el sistema puede contribuir a que los estudiantes desarrollen prejuicios o incluso se corrompan por la influencia de sus compañeros o de los valores de su casa. Además, la rivalidad entre casas, especialmente entre Gryffindor y Slytherin, puede ser perjudicial y hacer que los conflictos escalen de manera innecesaria, como se muestra en la relación entre Harry y Draco.

Los profesores y jefes de casa, en lugar de mediar y fomentar una convivencia saludable, muchas veces refuerzan esas divisiones. Como mencionas, McGonagall, por ejemplo, aunque intenta mantener una postura neutral, muestra ciertos prejuicios hacia Slytherin debido a su historia, lo que refleja cómo el sistema de casas también influye en la mentalidad de los adultos dentro de la escuela.

El sistema de casas no necesariamente tiene que desaparecer, pero podría evolucionar hacia algo más inclusivo, que favorezca la convivencia y la cooperación entre los estudiantes, en lugar de fortalecer rivalidades no sanas.