“¡Troll en las mazmorras!… ¡Pensé que debían saberlo!” — Profesor Quirrell

Cada 31 de octubre, tanto magos como muggles celebran una de las noches más enigmáticas y esperadas del año: Halloween. Sin embargo, en el mundo mágico, esta festividad trasciende las simples linternas de calabaza y los dulces encantados; es una noche cargada de antigua magia, memoria y tradición.

Los orígenes encantados de Halloween

El origen de esta festividad se remonta a siglos antes de la fundación de Hogwarts, cuando los antiguos pueblos celtas celebraban el Samhain, una ceremonia que marcaba el final del verano y el inicio de la oscuridad invernal. Se creía que, en esa noche, el velo entre el mundo de los vivos y el de los muertos se volvía más delgado, permitiendo a los espíritus cruzar al plano terrenal.

Con el paso de los siglos, los magos adoptaron esta celebración, infundiéndole de hechicería y costumbres propias: pociones protectoras, encantamientos para ahuyentar espectros y reuniones familiares en torno a fuegos mágicos que nunca se apagan. Incluso hoy, muchos magos en el Reino Unido siguen conmemorando el Samhain con rituales antiguos, adaptados a los tiempos modernos.

Hogwarts en Halloween: un festín digno de Merlín

Ningún lugar celebra Halloween como Hogwarts. Cada año, el Gran Comedor se transforma bajo la dirección o el personal del castillo: calabazas flotantes iluminan el techo encantado, murciélagos revolotean entre las mesas y los fantasmas se deslizan con elegancia entre los estudiantes.

El banquete de Halloween es legendario. Pasteles de calabaza, empanadas de murciélago, pudines de sangre de dragón y zumos chispeantes llenan las mesas, mientras los profesores comparten anécdotas y risas. Sin embargo, no todas las celebraciones han sido tranquilas: aquel fatídico Halloween de 1991, cuando un troll de montaña irrumpió en el castillo, o el de 1992, marcado por el misterioso mensaje “La Cámara de los Secretos ha sido abierta”, son recordatorios de que la magia puede ser tan peligrosa como fascinante.

Símbolos mágicos y supersticiones

En la comunidad mágica, Halloween también es una fecha propicia para realizar sortilegios de adivinación y encantamientos de protección. Algunos magos en Escocia aún lanzan hojas encantadas al viento para predecir su destino, mientras que los estudiantes de adivinación en Hogwarts suelen intentar leer los presagios del fuego o del té durante la semana de Halloween. Las linternas de calabaza no son solo decorativas: según la tradición, cada una contiene una flama encantada que repele espíritus malignos y recordatorios del pasado oscuro de la magia.

Halloween en la actualidad mágica

El Ministerio de Magia ha declarado la fecha como una “Celebración Nacional de Memoria Mágica”, recordando a los magos caídos en batallas, especialmente a aquellos que perdieron la vida durante la Segunda Guerra Mágica. En muchos hogares mágicos, se enciende una vela por los seres queridos y se deja un dulce sobre la ventana “para que los espíritus encuentren su camino de regreso”.

Más allá de los hechizos y las supersticiones, Halloween en el mundo mágico representa un puente entre el pasado y el presente, entre la vida y la memoria. Como dijo alguna vez Albus Dumbledore: “No hay nada que temer de la oscuridad cuando uno recuerda que siempre puede encender una luz.”