La batalla de Hogwarts

Entregadme a Harry Potter y dejaré el colegio intacto. Entregadme a Harry Potter y seréis recompensados. Tenéis tiempo hasta la medianoche. — Lord Voldemort.

La madrugada del 2 de mayo de 1998, ocurrió el desenlace de una guerra que fue forjándose durante años. Una batalla entre luz y oscuridad, gracias a la cual se abrieron las puertas a un nuevo futuro mucho mejor.

Después de la caída del Ministerio de Magia, y la infiltración de varios de los seguidores de Voldemort al castillo de Hogwarts, parecía que el control total del mundo mágico estaba en sus manos, sin embargo había esperanza entre los defensores de la paz, entre la resistencia. “El Ejército de Dumbledore” luchaba desde dentro del castillo contra las crueles imposiciones de los nuevos profesores. “La Orden del Fénix” lo hacía en el exterior, en busca de información y aliados, luchando estratégicamente.

Mientras tanto, Harry, Ron y Hermione tenían su propia misión para destruir al “Señor Oscuro”. Encontrar y destruir los Horrocruxes, partes de su alma escondidas en objetos con cierto valor para él. Tras meses de búsqueda y de conseguir destruir varios de estos objetos, el camino les llevó de regreso a Hogwarts donde se encontraban las últimas piezas. Gracias a Neville, y muchos otros miembros del Ejército, además de la mayoría de los profesores fieles a Dumbledore, a Harry y a la visión de una comunidad mágica unida; consiguieron que los miembros de la Órden entrasen en la escuela y expulsasen a los partidarios de Voldemort de allí, convirtiendo el castillo en su fortaleza de cara a lo que estaba por suceder.

La batalla no se hizo esperar, y tras un intento fallido del mago oscuro de que Harry fuese entregado a él, magos y brujas de todas las edades unieron sus fuerzas para luchar contra Voldemort, su legión de mortifagos y criaturas varias desde diferentes puntos de la fortaleza. La furia de la batalla no solo derrumbaba partes del castillo, sino que se llevaba por delante las vidas de verdaderos guerreros, algunos demasiado jóvenes, otros demasiado queridos y otros… cayeron intentado que el fruto de su amor conociera un mundo mucho mejor.

Tras un pequeño momento de tregua, el conocimiento de una información valiosa y el sacrificio de Harry, todo dió un giro completo. Durante un breve momento, el joven Potter se convirtió en El señor de la Muerte, poseedor de las tres reliquias de la muerte a la vez, aunque todavía no se había dado cuenta de ello.

Cuando todos pensaban que el final de Harry había llegado y con ello el fin de la guerra, un movimiento calculado, al regresar a las inmediaciones de la escuela, hizo estallar el final de la batalla con nuevas energías y esperanzas.

Había llegado el momento del duelo final: Voldemort, débil por haber perdido todos y cada uno de los pedazos de su alma al eliminar los horrocruxes; Harry, fortalecido por el sacrificio y la verdad que ocultaba la Varita de Saúco, se enfrentaron por fin en uno de los duelos más importantes de la historia, en el que la luz venció a la oscuridad poniendo fin a la guerra. Voldemort había muerto.