
Dobby, un elfo libre
¡Qué lugar tan bonito, para estar con amigos! Dobby está feliz de estar con su amigo, Harry Potter— Dobby
El funeral de Dobby, se celebró a finales de marzo de 1998, concretamente el día 28, en Shell Cottage, a las afueras de Cornualles. Éste era el hogar de Bill Weasley y Fleur Delacour después de haberse casado en La Madriguera el verano anterior y durante un breve periodo, fue el refugio del llamado “trío de oro”.
La llegada a este paraje solitario pero hermoso, fue el resultado de un gran rescate por parte del elfo en la mansión de los Malfoy donde estaban retenidos no solo Harry, Ron y Hermione, si no que también se encontraban allí Luna Lovegood, Dean Thomas y Garrick Ollivander.
La lealtad y valentía de Dobby fue determinante para, no solo sacar de allí a todos los que estaban en las mazmorras, si no para ayudar a liberar además a Hermione, quien se encontraba en ese momento bajo la cruel tortura de Bellatrix Lestrange. Gracias a la habilidad especial de aparición de los elfos, todos pudieron salir de la mansión, pero por desgracia, el precio a pagar fue la vida del pequeño héroe.
Dobby no solo ayudó a Harry en ese momento, desde el segundo año del mago, el elfo estuvo presente en su vida, si bien tenía una forma peculiar de prestar ayuda, siempre quiso lo mejor para el joven mago. Como por ejemplo el año en el que se conocieron, intentó impedir que fuese a Hogwarts, pues había escuchado a los que eran sus amos en ese entonces hablar de los peligros que podrían ocurrir. Harry agradeció en su momento el riesgo que había corrido el elfo, tendiéndole una pequeña trampa a su amo, colocó su propio calcetín en el diario que Lucius le entregó a Dobby, sin saber que en su interior se hallaba la mayor felicidad del elfo, su libertad.
Harry roto por el dolor de la prematura muerte de su fiel amigo, cavó una tumba con sus propias manos al final del jardín de la cabaña, para luego celebrar un pequeño funeral junto con todos los que allí se encontraban. En agradecimiento por haberles salvado la vida, le dedicaron unas bonitas palabras y finalmente Harry grabó en una lápida blanca un epitafio: Aquí yace Dobby, un elfo libre.

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