No sabía que hora era y poco me importaba pues había tenido turno de noche en San Mungo, pero debía ser una hora considerable pues Milly fue la que había provocado mi despertar al abrir las persianas de mi habitación -Por favor Milly déjame dormir, llegué tarde anoche pues hay mucho trabajo en el hospital- comenté medio adormilada. Pareció que eso ni le importó en lo más mínimo pues las sábanas de mi cama fueron jaladas -¿Qué es tan urgente que no puedo seguir durmiendo?- además de decirme la hora que era añadió que mi padre me había mandado una carta y que la lechuza de la familia Ersebet aguardaba por una respuesta -Bien, ya bajo Milly, solo dame 5 minutos para despejarme- quise tirarme de los pelos pero en vez de eso me levanté y lave la cara.

Minutos después al llegar a la cocina mi elfina me esperaba con un suculento desayuno y la carta de mi padre al lado. Suspiré pues es algo no muy normal, suelo recibir de madre y de Nymerith pero no de papa por su trabajo. La abrí con la curiosidad a flor de piel ¿Qué quería de mí? Comenté a leer nerviosa y expectante, al parecer quería que mi hermanita pasara las vacaciones de verano en mi mansión, es decir, conmigo, dada la situación mundial. Entendía su preocupación pues también era la mía, sobre todo por ellos pues Nym en Hogwarts esta segura y yo se protegerme sin ningún problema.

-Milly quiero que vayas preparando la habitación a mi derecha, la segunda más grande de la mansión. Mi hermana Nymerith vendrá a pasar las vacaciones de verano con nosotras y quiero que se sienta como en casa- comenté en su dirección antes de disfrutar del desayuno que me había preparado -Antes de irte ve a darle esta carta a la lechuza de mi familia, no quiero que se preocupen más- la había escrito mientras pensaba un poco en la vida, sobre todo en la situación del mundo actualmente.