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Baul de Alexei Anderson

Publicado por Alexei Anderson, Ago 31, 2024, 11:02 AM

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[Tu familia te necesita][Una nueva vida]
Después de estar diez años enseñando en Hogwarts, desde sus 22 a sus 32, hacia ocho años su vida había dado un giro inesperado, su familia lo necesitaba, su hermano había sufrido graves heridas, quemaduras en muchas partes de su cuerpo a consecuencia del ataque sorpresivo de un dragón enfermo. Un colacuerno húngaro al que estaba untando con ungüento por la pérdida de las escamas, se rebeló y la llamarada lo pillo desprevenido. Una lechuza golpeó la ventana de su despacho en Hogwarts, extrañado abrió y tomó el pergamino y el color abandono su rostro cuando leyó la nota: Tu hermano ha tenido un accidente, ven al castillo ya, te necesitamos. - No os fallaré - susurro guardando la nota con determinación en su bolsillo y poniéndose en marcha para hacer los preparativos de su vuelta a casa. Lo más difícil fue hablar con la dirección y abandonar Hogwarts, mientras se alejaba del lugar se paro y miró el castillo por última vez. - Algún día volveré y será para quedarme, lo prometo - susurro antes de alejarse. Al dia siguiente su hermano fue ingresado en San Mungo por un tiempo así que Alexei tomó las riendas de la empresa familiar. No tenía ni idea de administrar ni organizar, toda su vida se había dedicado a estudiar, luego se había centrado en aprender todo para dar lo mejor de sí en la enseñanza, que era su pasión y su contacto con la empresa había sido más bien práctico ayudando a cuidar de algún animal.    
[UNA NUEVA VIDA]
Decidió estudiar en Cambridge, Administración de Empresas, había dudado si matricularse en esa o en Oxford pero finalmente se había decidido por la primera pues su plan de estudios era mejor y las personalidades que allí habían estudiado le inspiraban más. Fueron meses de trabajo extenuante pero como buen Gryffindor era valiente y los retos lo estimulaban. Por el día se ocupa de dirigir la empresa y por la noche acudía a clases en el programa nocturno. Su hermano salió unos meses después de San Mungo pero su cuerpo por tanto tiempo enfermo no estaba en condiciones para ocuparse de las labores que eran necesarias, su mente estaba atrapada en ese día por lo que recibía sesiones periódicas en San Mungo con un terapeuta. Poco a poco Alexei fue tomando experiencia en herramientas de liderazgo, manejo de recursos, se reunía con mucha gente a lo largo de los días para crear contactos y generar oportunidades que favoreciesen sus intereses. El equipo con el que contaba su hermano era bueno así que en ese apartado no tuvo que plantear cambios, agradecía el apoyo de todos y se esforzaba por sacar lo mejor de cada uno, así él podía delegar ciertos temas y centrarse en otros que requerían de su presencia. [b]- Grant ocupate de ir a buscar a los Billywig, Connor prepara las jaulas para hacer el intercambio, Holly contacta con el magizoologo para que venga a tratar al erumpent, por fin nos ha llegado el permiso del Ministerio - [/b] organizaba a su equipo como todos los días en una reunión intensa pero productiva. Después de dos años de terapia intensa su hermano al fin se recupero y Alexei le devolvió el mando de la empresa pero ya tenía el gusanillo dentro y aunque llevaba Hogwarts en su corazón, mientras su querida institución no lo reclamase se ocuparía de ayudar a los que necesitasen de su asesoría, él había tenido que aprender a marchas forzadas así que le motivaba mucho poder enseñar su aprendizaje a los clientes que lo requerían y ayudar a las empresas que asesoraba a cubrir las necesidades que tenían.

Una misteriosa carta

Se encontraba revisando unos papeles en su despacho, todo estaba tranquilo, todo el personal y los alumnos se encontraban fuera por el Desafío Hogwarts, necesitaba un descanso, dejó la pluma en el tintero y se levantó, con un golpe de varita se sirvió un café y tomó la taza que llegó flotando a sus manos, tomó un sorbo y camino por su despacho observándose, había pasado tanto tiempo allí, buenos momentos con compañeros queridos, castigos a alumnos que ahora le sacaban una sonrisa, recordó su primer dia en Hogwarts como director, lo había disfrutado mucho, los bailes, los discursos, aquel dia que dio clase de Encantamientos, en contrapunto las revelaciones de compañeros mortifagos y la batalla de Hogwarts pusieron en jaque su vida, parecia que habia pasado una eternidad. Se volvió y caminó hasta los ventanales observando los jardines, amaba Hogwarts, lo había hecho como alumno, como profesor y ahora como director, era su hogar. Tomó el resto del café y planeaba seguir con sus labores cuando a lo lejos divisó una mancha negra que se acercaba con velocidad hacia allí. Después de tanto tiempo ya debería saber que la calma no dura mucho tiempo, una lechuza picoteo con ansia el ventanal de su despacho, extrañado Alexei abrió y tomó la carta de la pata del animal. "Querido director, aprovechando que todos estan distraidos con el Desafío Hogwarts le invito a tomar el té en el bosque prohibido, por si se le ocurre declinar me acompañan un par de alumnos, lo espero" Alexei miró confuso el pergamino, le dio vueltas intentando encontrar una señal de quien la enviaba pero no encontró nada, tampoco reconocía a la lechuza, maldijo entre dientes, no tenía remitente, no reconocía la letra y se había ganado tantos enemigos en estos casi tres años que no tenía ni la menor idea de quien podría ser, también había la posibilidad de que fuera una gamberrada de un alumno ocioso, en tal caso el castigo que le aplicaría sería ejemplar. Si estuvieran en clases mandar un memorándum a los profesores para que le informaran o desplegar un batallón de cuadros habría sido suficiente pero hacer el conteo ahora era imposible. No podía arriesgarse a que fuera verdad y poner en peligro la vida de los alumnos, tenía que asegurarse. Varita en mano apareció en el bosque prohibido y avanzó alerta a su alrededor pero no alcanzó a defenderse del montón de hechizos que impactaron en su espalda, no le dio tiempo a saber quien o quienes lo atacaban, ni si los alumnos eran reales o no, aquel pensamiento lo atormento junto con la tristeza por creer que aquel sería su final y no podría despedirse de su esposa y su hijo, cayó al suelo inconsciente, tiempo después uno de los centauros del bosque lo encontró aún con vida pero no reaccionaba, estaba en coma, lo subió a su lomo y lo llevó al galope hasta donde se encontraba el personal de sanación de Hogwarts, aquel sería el último día de Alexei Anderson como director de Hogwarts....
#1

Todo estaba negro, no podía abrir los ojos, sentía angustia no quería estar así, quería despertar pero su cuerpo no reaccionaba, su mente estaba confusa, ¿qué había pasado?, no se acordaba..., hizo un esfuerzo y como recompensa sufrió una punzada aguda de dolor en la cabeza, ¿estaba vivo o muerto?, él se sentía bien pero algo estaba mal, ¿qué día y qué año era?, podía notar un olor característico en el ambiente, nunca se le olvidaría, había pasado muchos dias en ese lugar velando a su hermano cuando estuvo ingresado por el ataque del dragón cuando sufrió quemaduras graves y tuvo que tomar el mando de todo. Estaba en San Mungo, ¿pero porqué?, de repente empezó a escuchar voces, no las conocía. [b]- Sr Anderson, ¿puede oírme? -[/b] quiso gritar que sí, pero de su garganta no salió ningún sonido, no podía ver, no podía hablar, no podía moverse, no había forma de comunicación posible. ¿Y si lo daban por un caso perdido?, tenia que encontrar una manera de volver, su esposa estaría angustiada, como si la hubiera invocado escucho su voz. Noto que le tomaba la mano y todo miedo desapareció de su mente, lograría volver, no sabia como pero lo haría. Quiso responderle, tranquilizarla, pero no lo logro, con mucha concentración movió un par de dedos acariciando su mano, era su forma de decir, estoy aquí, no me vas a perder. Noto que lo soltaba, las voces eran lejanas pero pudo escuchar que lo trasladaban a su casa, estaría bien solo era cuestión de tiempo, necesitaba descansar, el esfuerzo que había hecho para  comunicarse lo había dejado agotado, no quería pero su conciencia volvió a caer en las sombras, seguro lograría volver a moverse dentro de un rato cuando la voz de su esposa lo llenase de ánimo de nuevo, mientras esperaría en esa cárcel que era ahora su cuerpo...
Limbo
#2


Alexei se encontraba nervioso, su madre había venido varias veces a verlo desde que había despertado, la pobre tan enérgica y altiva habia llegado toda demacrada, la impresión que se había llevado al verla no se le olvidaría nunca. Estragos de tiempos pasados que venían a su mente en días debiles, siempre había sido fuerte, decidido y seguro, nunca flaqueaba, salvo cuando las emociones lo desbordaban pero eso pasaba pocas veces y en presencia de su círculo más cercano. Ahora se encontraba divagando en su mente, recostado en el sofá que daba a su porche en la tranquilidad de su hogar, nunca pensó tener tal quietud pero ahí estaba, recuperándose, sanando y no solo físicamente, sino también mental. Estaba seguro que su vida volvería a cobrar el color de antaño pero debía tener paciencia y eso era lo único que no tenía, suspiro le gustaría dar más de si pero por el momento, solo podía aparecer y desaparecer de un punto a otro de su casa vagando cual fantasma lastimoso. Por suerte Adrianne estaba demasiado ocupada en los preparativos de la boda y no captaba sus momentos de flaqueza, volver a preocuparla era algo que no se permitiría de nuevo, jamás. Su hijo era su alegría, crecía fuerte y sano y le llenaba el corazón, nunca pensó que le gustaría el papel de padre pero disfrutaba cada pequeño avance de su milagro como cualquiera, emocionado. Y de repente supo que tenía que hacer para abandonar ese estado nostálgico tan impropio de él. Apareció en la habitación de Ray y lo tomó en brazos sonriendo, con sumo cuidado como si fuera de porcelana lo pegó a su pecho y le dio un beso en la coronilla para después desaparecer y aparecer de nuevo en el porche de la casa. El niño lo miraba sonriente y Alexei lo miraba orgulloso y desde ese momento todo estuvo bien.
#3

[i]Hace un tiempo...[/i] Garret se encontraba en los terrenos del castillo Anderson, concretamente en la zona reservada al cuidado de las criaturas mágicas con las que trabajaba la familia. Estaba asegurándose que contaban con el alimento y el agua suficientes, le había dicho muchas veces a su padre que tenían que mejorar el sistema pero no le hacía caso, tendría que recurrir a su madre como siempre. Se acercó a la zona de los dragones y un escalofrío recorrió su espalda pero era donde trabajaba su progenitora. [b]- Madre, tienes que convencer a padre, podríamos automatizar los cuidados de las criaturas con unos cuantos hechizos -[/b] la señora Anderson lo miró con una sonrisa y acarició su mejilla con ternura [color=#9966ff]- ¿por qué vienes aquí si sabes que te altera? -[/color] Garret iba a rebatir pero una lechuza llegó volando y se posó de forma calmada y majestuosa sobre su hombro, no era la de su hermano, además últimamente se estaba volviendo excéntrico y le había dado por mandarle a su quetzal, no sabia perfectamente de quién, dicen que los animales se parecen a los dueños, estaba seguro que la misiva era de su cuñada. Tomó el pergamino y le dio una golosina a la lechuza, después de leer sonrió tremendamente feliz, las travesuras le encantaban. - [b]Madre, tengo una tarea que hacer, por suerte para ti hoy hay tregua - [/b]se inclinó para darle un beso en la mejilla y con un click desapareció y apareció en su habitación. [i]"Nos vemos a la hora del almuerzo y me cuentas más" [/i]respondió al mensaje y dándole otra golosina a la lechuza la dejó partir. A la hora acordada se encontró con su cuñada y juntos armaron el plan para sorprender a su hermano, la idea le encantaba, le pareció un detalle muy bello. Al despedirse prometió estar allí a la hora acordada con la vestimenta pedida. De vuelta a sus labores en el castillo se frotaba las manos con emoción al imaginarse la cara que pondría su hermanito al verle aparecer. [i]Iba a ser un día maravilloso...[/i]
#4