Una nueva noche engalanaba la fiesta. Se presentaban los nuevos premios del foro, Rye, una vez más, estaba nominada a una categoría. Le resultaba curioso, realmente no se sentía completamente como su personaje, pues tenía que llevar durante sus temas y roles un papel bastante difícil de cumplir, algo que posiblemente a muchos no caía bien, pero sentía que hacía bien su parte. Su personaje no era alguien con malas intenciones, mucho menos alguien a quien pudiera llamarse "malvada", solo era una chica directa, sin rodeos, alguien que endulzaba sus palabras pero decía las cosas de frente y sin tapujos. Esperaba que la mayoría pudiera comprender eso y supiera diferenciar lo que eran ella y su personaje, dos personas diferentes. Llegó con expectativas moderadas, no sintiéndose ganadora, pero si con la ilusión de estar al menos en la terna de elegidos, había sido bonito ver su cada en el video de la nominación anterior, se preguntaba que video habrían elegido para la actual; claro, asumiendo que estaría entre los tres, al menos. Había leído bien la invitación y el código de etiqueta. Era una temática que no conocía muy bien, una película muy vieja y una versión más nueva que no había visto siquiera los afiches publicitarios; aun así, había googleado. Se hablaba de muchos personajes, pero uno en particular le llamaba la atención, un león ¿qué mejor que un león para representar a la leona de Gryffindor? Su atuendo estaba basado en este, con colores tierra, similares al pelaje de un león y con orejitas de animal que pudieran dar los vibes del mismo sin perder la elegancia que la fiesta merecía. Un vestido bastante bonito, intentando cumplir con la temática de "a través de los años", según ella, rememoraba los años 70s. Los accesorios eran de oro, combinaban con el color del vestido principal y contrastaban directamente con el azul de sus ojos.

Atuendo

Se adentró en la tierra de Oz, un mundo que desconocía, pero que maravillaba sus ojos con sus espectaculares paisajes y su arquitectura. Había magia donde mirase, lo que le recordaba bastante el set donde debía realizar la mayor parte de sus roles, pero también lo encontraba diferente, mucho más brillante, más... mágico. Tan pronto como puso un pie en la gran alfombra de entrada, una periodista se acercó corriendo con micrófono en mano. Rye acomodó su cabello y se ajustó el vestido para dar bien en cámara. Sonrió con gentileza y se quedó mirando. Una oleada de preguntas empezó a llegar, intentando la rubia responder todas con cortesía. — ¿Qué te gustó menos de los Awards? — Ahm... bueno... ¿además de mi nominación? — bromeó, dejando escapar una sutil risita. — El lugar es increíble, todo es muy bonito, la comida, los vestidos, la ambientación... Se nota que el staff puso bastante esfuerzo en esto, y como una de las nominadas, espero estar a la altura de las expectativas Otras tantas preguntas prosiguieron a la anterior, el tema era similar, hablando casi de lo mismo. Aunque fue la última la que logró descolocarla por un momento. Arqueó las cejas, pensativa. — ¿Frío o calor? ¿Qué prefieres? — Es una discusión bastante común en cualquier reunión ¿no crees? Yo prefiero el calor. Si fuera por mí, viajaría a cada continente en cada cambio de estación para vivir un verano eterno en la playa... Y si vas a preguntar "playa o montaña", pues creo que tienes tu respuesta bastante clara — volvió a reir. Cuando la entrevista terminó, pudo seguir caminando. Se detuvo unas cuantas veces para las fotos, más luego continuó hasta poder entrar finalmente a la fiesta que antecedía a la entrega de los premios. Le resultaba curioso y llamativo que los premios se entregasen en diciembre, cercanos a una fecha tan importante como la navidad. Era bonito poder celebrar un poco de esta con los demás usuarios del foro, aunque fuera de una manera diferente y no on-rol, pues las circunstancias habían llevado a muchos a separarse.

Sin saber siquiera qué la había golpeado, en cuanto puso un pie en la fiesta, una extraña sensación empezó a tomar control de ella. Como si la locura estuviera apoderándose de su cordura y ganando una pelea en la cual la segunda no tenía siquiera oportunidad contra la primera. De repente, notó que la salsa brillaba con un fulgor casi cegador, los destellos de los flashes rebotaban con un resplandor dorado en las paredes mientras ella subía al estrado. La ovación del público rugía, pero para ella era un susurro lejano. Algo estaba mal, definitivamente. Una corona de laureles había aparecido en su cabeza y, de la nada, su vestido se había transformado en una toga de seda blanca. Empezó a hablar al público, dando una proclama y abriendo una votación para cambiar el color de las capas de Slytherin de verde a morado porque el verde le parecía espantoso. La risa de todos los presentes resonó en el ambiente, un sonido estridente perforó su mente. Clavó las uñas en la palma de su mano mientras una voz en su interior le repetía que no estaban allí y que solo estaba haciendo el ridículo. Su mirada se ensombreció, pero, de repente, volvió en sí. Estaba sola, cerca de un árbol, el primero de un gran bosque oscuro. No había nadie a su alrededor ¿qué había pasado? Un poco mareada, se tomó la cabeza para intentar volver a la realidad, cuando finalmente pudo centrarse, continuó caminando como si nada hubiera pasado. Buscó rostros conocidos entre los presentes, y allí estaba Gael, su primo... O bueno, on-rol lo era. Se acercó con paso ligero hacia él. — ¡Oye, te ves muy bien! — elogió al que en otras hacía de vampiro. — Yo... — dio una vuelta para presumir su vestido — Vine de leona Volteó ligeramente a mirar por encima del hombro, algo estaba sucediendo cerca ¿se estaba desnudando ese? — ¿Ese es tu amigo? ¿Por qué se quita la ropa? — preguntó mientras tomaba un canapé de la mesa, una bolita brillante que parecía una pequeña esmeralda pero en realidad sabía a cereza con un relleno líquido de frambuesa.